La Raclette es uno de los platos más populares del invierno. Es una forma estupenda de entrar en calor y pasar una velada con la familia o amigos después de un día de esquí o trabajo. Esta receta fue inventada por pastores suizos en el siglo XIX en el cantón de Valais. Originalmente, se llamaba « queso asado » en lugar de « Raclette ».
¿Queso asado?
En la Edad Media, la forma de preparar esta « Raclette » consistía en fundir el queso cerca de una fuente de calor, como un fuego abierto, y luego « rasparlo » para que el queso fundido resbalara sobre el plato.
De ahí el nombre de « queso asado ». No fue hasta el siglo XX cuando se extendió de las montañas suizas a los valles, donde se convirtió en uno de los platos favoritos del país. El nombre de « Raclette » se impuso en 1874.
Cruzando la frontera
En la década de 1970, la Raclette se generalizó gracias a la invención de una máquina de Raclette por una famosa marca francesa de electrodomésticos. Fue entonces cuando la Raclette cruzó la frontera y nació la Raclette de Saboya.
Ahora todo el mundo puede disfrutar fácilmente del queso en sus patatas. A partir de ahora, no hay necesidad de raspar media rueda de queso a mano mientras se derrite. Las lonchas se pueden fundir a su gusto en su sartén individual.
La tendencia de las veladas originales en la raclette
La tendencia actual es servir una gran variedad de quesos en una velada de Raclette. Los platos de Raclette van en aumento. Además de la receta tradicional, ahora se puede encontrar Raclette ahumada, o con Morbier y Saint-Nectaire.
También aparecen nuevos ingredientes, en sustitución de las patatas y los embutidos.
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